viernes, 10 de junio de 2016

¿Cómo puede la escuela desde su gestión, contribuir en la solución de los problemas sociales que afectan nuestro país? La gestión del sistema educativo debe y puede responder a los múltiples retos de la sociedad en función de un enriquecimiento continuo de los conocimientos y del ejercicio de una ciudadanía basada en los valores de convivencia, solidaridad y respeto. En la medida en que crea nuevas formas de socialización, e incluso, nuevas definiciones de identidad individual y colectiva. La gestión educativa ha de asumir con gran responsabilidad los nuevos retos, por un lado le corresponde facilitarle a los individuos de todos los estratos sociales una igual participación en los avances tecnológicos, logrando de esta manera disminuir la marginalidad, los niveles de pobreza que cada vez más crecen en forma exponencial; a fin de alcanzar un desarrollo sustentable que enriquezca la vida de todos los seres humanos. Por el otro, que puedan desarrollar una ética de convicción, de hábitos, que le permita, aún siendo libre para decidir, tomar decisiones comprometidas con la sociedad. Así la educación rebasaría las fronteras del aula, sería una educación universal, brindando a cada persona la capacidad de participar activamente en un proyecto de sociedad. Asimismo, la gestión de la escuela, para que esencialmente cumpla con su función orientadora y transformadora en el proceso educativo debe y puede considerar la aplicación de valores éticos o instrumentales que son modos de conductas adecuados o necesarios para llegar a conseguir los valores existenciales; es decir, a través de una gestión educativa coherente, armonizada y fundamentada en valores éticos, debe promoverse la transformación y desarrollo de las inquietudes humanas en respuestas positivas que hagan posible la permanencia y trascendencia del hombre con eficiencia en las organizaciones, que se genere una interrelación continua y progresiva en su trabajo y formación, que prevalezca la continuidad y se haga vitalicio su proceso de aprendizaje en los contextos de su vida. Esto implica, ver la relación de la ética con la educación como la gran fuerza en época de crisis de valores para la transformación progresiva de la visión del mundo, de nuestras identidades nacionales y de nuestra conciencia, apoyada en esta relación la gestión educativa debe orientarse hacia la búsqueda de nuevos horizontes para la formación del hombre integral guiado por valores éticos que le permitan consolidar en su contexto sus valores existenciales que lo hagan coherente consigo mismo y con la sociedad. De igual manera, la escuela de hoy debe ser capaz de formar personas que sepan desenvolverse y enfrentarse con éxito en la incertidumbre, tomar decisiones, desarrollen satisfactoriamente sus competencias básicas y afiancen su identidad en la pluralidad. Es urgente una educación comunitaria que tenga como finalidad una democracia que funcione basada en el trabajo, la participación, el respeto, donde los deberes y derechos de los ciudadanos sean la guía permanente de las acciones colectivas, de modo que garantice a todos una vida con dignidad. Lcda. Geomar Rivero B. C.I. V- 9.915.799 Gestión Escolar y Participación. Sección 5